domingo, 27 de mayo de 2012

LOS BEBES Y LA DENTICION:

La dentición (la salida de los primeros dientes del bebé) puede ser una época frustrante para los bebés y también para sus padres. Algo que puede ser de ayuda es tener una idea de lo que va ocurrirle a su hijo cuando le empiecen a salir los primeros dientes, y la manera en que puede contribuir a que este proceso sea menos doloroso.

*El proceso de la dentición

La dentición puede comenzar a partir de los 3 meses y continuar hasta que el niño(a) cumpla los tres años.
Cuando su hijo tenga entre 4 y 7 meses de edad, usted podrá notar que sus primeros dientes ya dan signos de querer abrirse paso a través de las encías. Los primeros dientes en aparecer generalmente son los dos dientes frontales inferiores, también conocidos como los incisivos frontales inferiores. Después de 4 u 8 semanas, les suceden los cuatro dientes frontales superiores (incisivos frontales y laterales superiores). Aproximadamente un mes después, aparecerán los incisivos laterales inferiores (los dientes a los costados de los dientes frontales inferiores).
Los dientes que salen a continuación son los primeros molares (las muelas al final de la boca que utilizamos para masticar la comida), y luego finalmente los colmillos (los dientes puntiagudos en la mandíbula superior). La mayoría de los niños tienen sus 20 dientes de leche (los primeros dientes que aparecen) al cumplir su tercer año. (Si su hijo tiene un retraso significativo, consúltelo con su pediatra.)
En algunos casos poco frecuentes, los niños nacen con uno o dos dientes o producen un diente durante las primeras semanas de vida. Salvo que estos dientes interfieran con la alimentación o estén demasiado sueltos como para que el bebé pueda tragarlos, generalmente no es una causa de preocupación.
Cuando a los niños les comienzan a salir los primeros dientes, probablemente babearán más y empezarán a querer morder las cosas. Mientras que en algunos niños la salida de los dientes no es un proceso doloroso, otros pueden experimentar breves períodos de irritabilidad, y algunos se mostrarán irritados durante varias semanas, con episodios de llanto y patrones de sueño y de alimentación irregulares. La dentición puede ser incómoda, pero si su bebé se muestra muy irritable, consúltelo con su pediatra.
Aunque las encías sensibles e hinchadas pueden provocar un pequeño aumento de la temperatura del bebé, normalmente la salida de los dientes no ocasiona fiebre alta ni diarrea. Si su bebé tiene fiebre durante la dentición, puede que se deba a otro motivo y es mejor que se ponga en contacto con su pediatra.

domingo, 22 de abril de 2012

ENFERMEDADES BUCALES EN LA ADOLESCENCIA


ENFERMEDADES BUCALES EN LA ADOLESCENCIA



Las enfermedades bucales prevalentes (caries y enfermedad periodontal) son de etiologia infecciosa y afectan al 95% de la población.
 


1.    LA CARIES DENTAL: es una enfermedad que destruye los tejidos duros del diente, de etiología multifactorial en el que intervienen: la placa bacteriana cariogénica, cantidad y calidad de saliva, dieta, factores biológicos inherentes al huésped, y otros dependientes de la edad, conducta, disponibilidad de cuidados de salud.

La interacción entre estos factores determinará la presencia o no de enfermedad y su severidad.

Intervienen en su desarrollo las bacterias adheridas a la superficie dentaria que transforman en ácidos los hidratos de carbono de la dieta, la capacidad buffer de la saliva, la cantidad de azúcares que se ingieren diariamente, los hábitos de higiene bucal, las propiedades físico químicas del esmalte dentario, los factores inmunitarios y las medidas preventivas adoptadas. Todos estos factores intervienen en los procesos de desmineralización y remineralización constante a los que están sometidos los tejidos dentarios en la cavidad bucal.





2.    LA ENFERMEDAD PERIODONTAL: afecta los tejidos de soporte dentario, la placa bacteriana periodontopática adherida a la superficie dentaria genera toxinas que producen inflamación de los tejidos blandos (encía o gíngiva) que rodean al diente. De no mediar acciones terapeuticas adecuadas la enfermedad puede avanzar, en casos de un huésped susceptible, hasta la pérdida de las fibras de unión alvéolo dentarias y del hueso alveolar con la consecuente pérdida del diente que ha quedado sin soporte óseo.




 Ambas enfermedades aumentan en la adolescencia, los cambios hormonales, la dieta y hábitos de higiene inadecuados y otros factores que modifican el ambiente interno y externo del individuo convierte a los adolescentes en un grupo de riesgo para la salud bucal.

En la adolescencia temprana, 10 a 14 años, 12 dientes primarios se exfolian y otros tantos permanentes erupcionan. Con la aparición del 2do. molar permanente a los 12 años queda completada la dentición permanente, variaciones en un año pueden no tener significación clínica; los 3ros. molares o “molares de juicio” erupcionan en la adolescencia tardía, 18 a 20 años.

Por tratarse de un grupo comprendido entre los 10 y 20 años la atención de salud del adolescente incluye todo el amplio espectro de la odontología.

El control periódico, y los programas preventivos son de importancia crítica en este período por la presencia en la cavidad bucal de piezas dentarias recién erupcionadas vulnerables.

Existen prácticas específicas de aplicación profesional como los selladores de puntos y fisuras que modifican la morfología dentaria de las superficies masticatorias cuando presentan riesgo para el atrape de placa y las topicaciones con fluoruros cuya frecuencia depende del riesgo cariogénico del paciente.



Medidas preventivas de autocuidado pueden ser realizadas cotidianamente y deben ser promovidas de manera sistemática.



-       La higiene bucal para la remoción de placa bacteriana origina respuestas variables, si bien los adolescentes manifiestan que es la medida más fácil de poner en práctica no se comprometen tan fácilmente a su ejecución diaria.

-       El uso de hilo dental también debe ser parte de la rutina diaria de higiene para la remoción de placa de los nichos ecológicos que ofrecen los espacios interdentarios.



-       El cepillado después de cada comida es el objetivo ideal pero no se ajusta a la realidad y una recomendación apropiada es hacerlo por lo menos una vez al día a la hora de acostarse.



-       La utilización de fluoruros en todas sus formas de administración local: pastas dentales y buches es de importancia probada en la prevención de caries dental.



Las medidas citadas con frecuencia entran en conflicto con el estilo de vida y las características propias del adolescente. Ellos valoran el espacio de información cuando se les brinda y los talleres de educación para la salud realizados en forma multidisciplinaria deberían ser una práctica habitual en la programación escolar.

Los tejidos de soporte dentario deben ser cuidadosamente evaluados, la prevalencia de gingivitis alcanza su pico máximo en este grupo etario y en un pequeño porcentaje pueden presentar ya enfermedad con pérdida de inserción conjuntiva y hueso alveolar.

Mientras una encía normal presenta color rosa pálido, es firme y bien adherida al diente y hueso, las manifestaciones clínicas de gingivitis son: enrojecimiento por hiperemia, edema del margen gingival y hemorragia al sondaje o espontánea. “Toda encía que sangra espontáneamente o ante algún estímulo (cepillado, sondaje, etc.) presenta gingivitis y debe ser tratada”.

La exacerbación de la inflamación gingival por fluctuaciones hormonales es un fenómeno reconocido en la adolescencia, estos cambios y los procesos bacterianos locales se combinan para provocar “gingivitis marginal crónica” con las características anteriormente descriptas.


La terapia de rutina en estos casos consiste en la eliminación de cálculos por el odontólogo, control mecánico de la placa bacteriana con técnicas de higiene adecuadas y uso de hilo dental.

Si los hábitos de higiene se pierden rápidamente, durante largos períodos, pueden alternarse etapas de reacciones subclínicas y episodios de gingivitis clínica.

Un factor agravante de los problemas gingivales son los aparatos ortodónticos porque facilitan la retención de restos alimentarios y placa bacteriana; la vigilancia y la correcta higiene son imprescindibles para impedir patología gingival en estos casos.

La tendencia a la no progresión de lesiones en niños y adolescentes sanos es tan marcada que una enfermedad periodontal generalizada con pérdida de hueso de inserción hace indispensable estudiar la salud general.



3.    LA PERIODONTITIS JUVENIL: es una enfermedad que se presenta en dos formas básicas localizada o generalizada. Se caracteriza por la destrucción del tejido conectivo de inserción y el hueso alveolar pudiendo progresar hasta la movilidad dentaria y la pérdida de los dientes afectados. La base genética de esta enfermedad ha sido comunicada por numerosos investigadores, cuando se diagnóstica en un adolescente es importante realizar estudios minuciosos de los demás familiares. Investigaciones recientes sugieren que un punto en común entre los miembros de una familia es una alteración en la función de los neutrófilos. El cuadro microbiológico muestra una alta concentración de Actinobacillus actinomycetemcomitans (AA). La terapéutica comprende tetraciclinas (1g. diario) durante dos a cuatro semanas antes del tratamiento mecánico.



4.    GINGIVITIS ULCERONECROTIZANTE AGUDA (GUNA): Infección aguda, atribuída a una resistencia menor del huésped por stress. Se reconoce en su etiología una simbiosis de espiroquetas y bacilos fusiformes.

Las manifestaciones clínicas son ulceraciones en las papilas interdentarias que aparecen recubiertas por pseudomembranas blancogrisáceas.

Un síntoma típico es el gran dolor y la halitosis (mal aliento), en uede producir fiebre e infarto ganglionar. El tratamiento en la primera consulta requiere limpieza de la zona con agua oxigenada al 3% y la indicación al paciente de enjuagatorios con agua oxigenada al 3% y agua tibia en partes iguales cada 2 o 3 hs. Si existe compromiso, sistémico se indicarán antibióticos. Cuando el cuadro agudo remite se realiza la terapia básica (raspaje y curetaje) y se instruye al paciente en un programa de higiene bucal adecuada. La acumulación de placa bacteriana puede condicionar una recidiva del proceso.



Patologías independientes de procesos bacterianos como maloclusiones, disfunciones de la articulación temporomandibular y fracturas dentarias por injurias traumáticas se presentan con frecuencia en este grupo etario.



1.    LAS MALOCLUSIONES: pueden tener orígen en problemas esqueletales o dentarios y en ocasiones relacionarse con hábitos que producen modificaciones de las estructuras óseas y de los tejidos blandos peribucales tales como la succión de dedo pulgar mantenida durante un largo período de la niñez y la respiración bucal no evaluada convenientemente.



Las tensiones de la adolescencia motivan numerosas reacciones fisiológicas algunas de las cuales pueden ser la disfunción masticatoria (bruxismo) y los movimientos parafuncionales. La disfunción de la ATM puede tambien estar relacionada con traumatismos o problemas del disco articular.



Los signos funcionales pueden ser chasquido, desviación en la apertura o limitación de la apertura. El dolor relacionado con estos signos no es usual en la adolescencia y cuando existe es motivo de consulta.



2.    Las fracturas dentarias por traumatismos de la cavidad bucal son frecuentes, el tipo y extensión de la injuria es diverso y la emergencia constituye generalmente para el paciente y su grupo familiar una situación de angustia y ansiedad diferente al de otras situaciones traumáticas. Quien actúe frente a la emergencia deberá tener capacidad de contención, seguridad y consistencia en las decisiones y ser claro ante la imposibilidad de resolver el caso y deba hacer la derivación correspondiente. La causa más frecuente en adolescentes son las peleas callejeras, deportes y juegos violentos o accidentes.



En principio es importante tener en cuenta que el traumatismo dentario siempre constituye una urgencia. La fractura de la corona dentaria se presenta como secuela por trauma en los dientes permanentes en un 60 a 70% de los casos. Cuando el fragmento roto se encuentra debe ser guardado en un frasco con agua o leche para evitar la deshidratación y el odontólogo evaluará la conveniencia o no de utilizarlo en la reconstrucción.

El desplazamiento total del diente (avulsión) es de pronóstico incierto, en algunos casos se restablece la inserción normal, otros se anquilosan (fusión al hueso) y algunos fracasan. En casos de avulsión el diente debe recolocarse en el alvéolo lo antes posible sin manipular la raíz, en los primeros 30 minutos este procedimiento tiene buen porcentaje de éxito, después de los 90 minutos el éxito es posible solo en el 7% de los casos. Las personas que estén cerca del accidentado o el mismo adolescente si está en condiciones de hacerlo deberán lavar el diente con abundante solución salina y colocarlo en el alvéolo; si no se atreven a tal procedimiento el diente se coloca en un recipiente con saliva o leche, o transportado en el fondo de surco inferior (entre el labio y la mucosa alveolar) de la boca del paciente, si no hay peligro de que sea tragado. La consulta con el odontólogo debe ser inmediata.




domingo, 15 de abril de 2012

EL DIENTE


EL DIENTE

El diente es un órgano anatómico duro, enclavado en los alvéolos de los huesos maxilares a través de un tipo especial de articulación denominada Gonfosis y en la que intervienen diferentes estructuras que lo conforman, a saber: cemento dentario y hueso alveolar ambos unidos por el ligamento periodontal. El diente realiza parte de la digestión al cortar, moler y triturar los alimentos sólidos (digestión mecánica). Además participa, junto con otros elementos de la boca, en la comunicación oral.


El periodonto es la unidad compuesta por el diente propiamente dicho más los tejidos que lo rodean, que corresponden al hueso alveolar, al ligamento periodontal y a la encía. El diente propiamente dicho se compone de tres componentes mineralizados, el esmalte, la dentina y el cemento y una porción central de tejido conectivo gelatinoso suave, la pulpa dentaria.

Los dientes, ordenados desde el centro hasta las mandíbulas son los dientes incisivos que cortan, los caninos que desgarran, los premolares que trituran y los molares que muelen.



·         PARTES O CAPAS DE LOS DIENTES

La pulpa dentaria es un tejido intermedio (normalmente llamado nervio), blando, gelatinoso, de color rosado que engloba los vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.

El esmalte dental es la parte más dura del cuerpo humano, es la superficie externa del diente que recubre junto con el cemento dental la raíz. El esmalte es transparente, siendo el responsable de su color la dentina de la capa inferior.

La dentina es un tejido amarillento que, gracias a su elasticidad,  protege al esmalte suprayacente contra las fracturas.

El cemento dental es un tejido óseo especial que permite su unión con la estructura ósea maxilar.

Los tejidos peridentarios son todos aquellos tejidos que rodean al diente.

El hueso alveolar, el ligamento periodontal y el cemento dental son llamados en conjunto periodoncio de inserción, en tanto que la encía constituye el periodoncia de  protección.



·         ESTRUCTURA MORFOLÓGICA DE LOS DIENTES

Corona: es la parte del diente libre o visible en la cavidad oral. La capa de diente que lo recubre es el esmalte, y podemos observar en boca la parte funcional del órgano dentario. Esta porción del diente se encuentra expuesta al medio bucal en forma permanente.

Cuello: o también llamado zona cervical, es la unión de la corona con la raíz y se sitúa en la encía marginal.

Raíz: es la parte que no se puede ver ya que está incrustada en el alvéolo dentario, dentro del hueso, y la capa de diente que la recubre es la dentina. Sirve de anclaje.

·         DESARROLLO DENTARIO

-       Primera dentición

La primera dentición de leche comienza a perderse a los 6 u 8 años de edad siendo sustituida por los dientes definitivos o segunda dentición.


Diferencia entre la dentición permanente y la dentición decidua.


Hasta los 6 años de edad aproximadamente, la especie humana sólo posee 20 dientes, la llamada dentición temporal o dentición caduca, comúnmente denominada de leche, que será sustituida por un total de 32 piezas que constituirán la dentición definitiva o dentición permanente, existiendo cuatro grupos de dientes con funciones específicas.

La función de estos primeros dientes son preparar el alimento para su digestión y asimilación en etapas en las que el niño está en máximo crecimiento; sirven de guía de erupción: mantienen el espacio para la dentición permanente; estimulan el crecimiento de los maxilares con la masticación; fonación: los dientes anteriores intervienen en la creación de ciertos sonidos.

-       Segunda dentinción

Después de la dentición decidua los dientes de leche son empujados por una segunda dentición. Estos primeros dientes caen de manera natural dejando surgir a los segundos.

·         TIPOS DE DIENTES DEFINITIVOS

Según la forma de la corona y por lo tanto su función, hay cuatro tipos de dientes:

1.    Incisivos (8 piezas): dientes anteriores con borde afilado. Cortan los alimentos.

2.    Caninos (4 piezas): con forma de cúspide puntiaguda. también llamados colmillos. Desgarran los alimentos.

3.    Premolares (8 piezas): poseen dos cúspides puntiagudas. Desgarran y aplastan los alimentos

4.    Molares (12 piezas): cúspides anchas. Trituran los alimentos



·         FUNCIONES DE LOS DIENTE

1.    Masticatoria

2.    Fonética

3.    Estética

4.    Expresión facial

Una obturación o restauración de un diente consiste en el restablecimiento de las funciones normales. La forma dentaria determina la función de cada diente dentro de los movimientos mandibulares. Para una buena función los dientes deberán estar bien posicionados, son tan importantes los contactos entre dientes de diferentes arcadas, superior e inferior, como los contactos entre los dientes adyacentes, estos últimos se llaman contactos interproximales y protegen a la papila dental ya que impiden que al masticar la comida se almacene en está evitando un empaquetamiento, traumatismo gingival por alimentos duros y, por lo tanto, el aumento de la placa bacteriana.

·         GRUPOS DENTARIOS

Hay dos grandes grupos dentarios: el grupo anterior, formado por incisivos, centrales y laterales, y caninos, y el grupo posterior, formado por premolares y molares.

Grupo anterior: Tienen cuatro superficies y un borde incisal. Los incisivos superiores determinan en gran medida la estética fácil del individuo. Los caninos determinan la expresión y el aspecto facial.

La función masticatoria es de cortar, los incisivos, y desgarrar, los caninos por su fuerte anclaje en el hueso y su posición en las arcadas, además, los caninos, contribuyen a dar estabilidad a toda la arcada.

Los incisivos poseen lo que se denomina guía incisal, esto es que en los movimientos mandibulares de protrusión, la mandíbula se desplaza hacia delante, los incisivos inferiores contactan con los superiores deslizándose el borde incisal de los incisivos inferiores por la cara palatina de los incisivos superiores y de esta forma los sectores posteriores, premolares y molares, se separan de forma que se evitan contactos indeseables y nocivos. Esto es fundamente para evitar lesiones en los dientes posteriores. Los caninos poseen la guía canina, en los movimientos de lateralidad, la mandíbula se mueve hacia los lados, los caninos del lado hacia el que se desplaza la mandíbula contactan y se desliza la cúspide del canino inferior sobre la cara palatina del canino superior de forma que los sectores posteriores, premolares y molares, se separan impidiendo choques nocivos entre sus cúspides en estos movimientos. El grupo anterior ayuda a producir los sonidos dentales y labiodentales.

Grupo posterior: presentan cuatro caras y una superficie oclusal. Este grupo no tiene tanta importancia en la función estética como la tiene el grupo anterior, aun así las pérdidas dentarias posteriores conllevan pérdida del hueso provocando por ello el colapso de la piel y los músculos faciales.

Los premolares tienen una función masticatoria de desgarro y trituración, los molares, gracias a su posición más posterior en la que los músculos masticatorios, que son 4: masetero, temporal, pterigoideo externo y pterigoideo interno, pueden aplicar grandes fuerzas para producir una eficaz trituración. Los molares son los dientes con mayor número de cúspides y mayor superficie masticatoria aunque sus cúspides sean menos afiladas que las de los premolares o los caninos. Los premolares colaboran, a veces, con los caninos en la guía canina, cuando esto ocurre se llama función de grupo y consiste en evitar los contactos posteriores en movimientos de lateralidad ya sea con una buena guía canina o, en su defecto, con la ayuda de los premolares con una buena función de grupo.


jueves, 5 de abril de 2012

Historia de la Odontología -



LA AMÉRICA PRECOLOMBINA - Los Incas


Desde Asia, hace 15 000 años y a través del estrecho


de Bering, llegaron hombres y mujeres que

se asentaron en Centroamérica y Sudamérica,

dando lugar a una multitud de pueblos que compartían

ciertas similitudes culturales. Los más importantes fueron

los aztecas, gente guerrera que residía en la zona que

ahora es el centro de México; los mayas, más pacíficos,

con una cultura muy desarrollada que habitó la península

 de Yucatán y lo que es hoy Guatemala y Honduras;

 y los incas, pueblo de una cultura muy avanzada que

vivió en la cordillera andina del Perú actual.


Los incas fueron un pueblo altamente desarrollado,


que dominó las tierras altas del Perú y se extendió a lo

largo de la costa, al principio del siglo XV; conquistaron

a otras tribus y como los aztecas, absorbieron su

saber y adoptaron sus costumbres. Fueron brutalmente

conquistados por Francisco Pizarro en 1533 y gran

parte de su cultura fue destruida. Su tratamiento de

las enfermedades estaba íntimamente vinculado a sus

creencias religiosas y la magia era inseparable de sus intentos

por conseguir una terapéutica racional. De esta

manera, aunque la enfermedad era vista como un pecado,

redimible por confesión ante determinados brujos,

empleaban también numerosos remedios de hierbas.

La civilización inca se ha dado a conocer gracias a un

cronista llamado Sebastián Garcilaso de la Vega, que era

descendiente de incas; recogió el tratamiento de los problemas

dentales y bucales, describiendo la eliminación

de material cariado de un diente con un palillo encendido.

La resina del árbol Myroxylon pereirae o  bálsamo del


Perú, se usaba para curar enfermedades gingivales y en

casos graves, se empleaba la cauterización. Dejó escrito

que la raíz de una planta se calentaba hasta reblandecerla

y entonces se partía parcialmente en su centro. A

continuación, estando caliente, la apretaban contra los

dientes, aplicando una parte en cada lado de la encía,

dejándola así hasta que se enfriaba. El tejido gingival inflamado

e hiperplásico quedaba quemado para permitir

el desarrollo de un nuevo y sano tejido de granulación.

Al parecer masticaban hojas de coca durante la operación

para aliviar el dolor. Los dientes que necesitaban

extracción eran aflojados primero, aplicando una resina

cáustica alrededor y debajo de la encía desprendida.

A continuación, era presumiblemente arrancado de un

golpe seco de estaca.

Los incas no adornaban sus dientes, pero en Ecuador,

la parte más septentrional que penetraron, se han

encontrado cráneos que muestran mutilaciones a base

del limado de dientes, incrustaciones de oro y lo que

parece ser la inserción de orificaciones en cavidades previamente

preparadas en las superficies gingivolabiales de

los dientes incisivos.